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La guerra y el servicio militar. La Iglesia del Nazareno cree que la condición ideal del mundo es la paz y que es obligación total de la iglesia cristiana usar su influencia para buscar los medios que hagan posible que las naciones vivan en paz, y dedicar todas sus agencias a la propagación del mensaje de paz. Sin embargo, comprendemos que vivimos en un mundo en el que las filosofías y fuerzas del mal se enfrentan en conflicto activo contra estos ideales cristianos y que pudieran resultar emergencias internacionales que requieran que la nación recurra a la guerra en defensa de sus ideales, su libertad y su supervivencia. Aun cuando estamos dedicados a la causa de la paz, la Iglesia del Nazareno reconoce que el cristiano debe su lealtad suprema a Dios y, por tanto, no intenta comprometer la conciencia de sus feligreses en lo relacionado con la participación en el servicio militar en caso de guerra, aunque sí cree que el individuo cristiano, como ciudadano, está obligado a servir a su nación en toda forma compatible con la fe cristiana y con el estilo de vida cristiana. Reconocemos también que como resultado de la enseñanza cristiana y el deseo cristiano de que haya paz en la tierra, hay personas en nuestra feligresía que tienen objeción de conciencia respecto a ciertas formas de servicio militar. Por tanto, la Iglesia del Nazareno reclama para los objetores de conciencia dentro de su feligresía las mismas exenciones y consideraciones respecto al servicio militar que se conceden a miembros de reconocidas organizaciones religiosas que no combaten. La Iglesia del Nazareno, por conducto de su secretario general, arreglará una lista en la que todos aquellos que provean evidencia de membresía en la Iglesia del Nazareno puedan registrar sus convicciones como objetores de conciencia. (2017)