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Áreas generales del currículo para la preparación ministerial. Aunque el concepto de currículo con frecuencia se asocia solamente con programas académicos y contenido de cursos, en realidad abarca mucho más. El carácter del instructor, la relación de los estudiantes con el instructor, el ambiente, y las experiencias previas de los estudiantes se ligan al contenido del curso en la creación plena del currículo. No obstante, un currículo para preparación ministerial habrá de incluir un conjunto mínimo de cursos que suplan los fundamentos educativos para el ministerio.

Las diferencias culturales y la variedad de recursos requerirán detalles en las estructuras curriculares que respondan a esas diferencias. Sin embargo, todos los programas que suplan los fundamentos educativos para la ordenación al ministerio y que buscan aprobación de la Oficina Global de Desarrollo Ministerial deben dar atención cuidadosa a su contenido, capacidades, carácter y contexto. El propósito de un programa validado de estudios es que contenga los cuatro elementos, en mayor o menor grado, y que ayude a los ministros a cumplir con la declaración de misión de la Iglesia del Nazareno, según ha sido acordada por la Junta de Superintendentes Generales y que dice:

“La misión de la Iglesia del Nazareno es hacer discípulos semejantes a Cristo en las naciones’”.

“El objetivo primordial de la Iglesia del Nazareno es llevar adelante el Reino de Dios por medio de la preservación y propagación de la santidad cristiana como lo establecen las Escrituras”.

“Los objetivos críticos de la Iglesia del Nazareno son ‘la santa comunión cristiana, la conversión de los pecadores, la entera santificación de los creyentes, su edificación en la santidad y la simplicidad y poder espiritual manifestados en la iglesia primitiva del Nuevo Testamento, junto con la predicación del evangelio a toda criatura’”.

  • Contenido. El conocimiento del contenido del Antiguo y Nuevo Testamentos, la teología de la fe cristiana, y la historia y misión de la iglesia, es esencial para el ministerio. El conocimiento de cómo interpretar las Escrituras, la doctrina de la santidad y nuestros distintivos wesleyanos, y la historia y política de la Iglesia del Nazareno deberán estar incluidos en estos cursos.
  • Capacidades. Las destrezas en la comunicación oral y escrita, en administración y liderazgo, en finanzas y en pensamiento analítico son también esenciales para el ministerio. En adición a la educación general en estas áreas se incluirán cursos que proveen destrezas en la predicación, el cuidado y la consejería pastoral, exégesis bíblica, la adoración, el evangelismo efectivo, la mayordomía bíblica integral, la educación cristiana y la administración eclesiástica. Para graduar del programa de estudios se requiere un trabajo en compañerismo entre la institución que provee la educación y la iglesia local, de forma tal que se guíe a los estudiantes en sus prácticas ministeriales y en el desarrollo de sus capacidades.
  • Carácter. El crecimiento personal en carácter, ética, espiritualidad, y relaciones personales y familiares es vital para el ministerio. Habrán, pues, de incluirse cursos referentes a las áreas de ética cristiana, formación espiritual, desarrollo humano, la persona del ministro, y la dinámica del matrimonio y la familia.
  • Contexto. El ministro tendrá que entender el contexto tanto histórico como contemporáneo e interpretar la visión del mundo y el ambiente social de la cultura en la que la iglesia da testimonio. Debe incluirse por lo tanto, cursos que traten con lo concerniente a la antropología y la sociología, la comunicación transcultural, las misiones y los estudios sociales.